Todos sabemos que la soldadura es una actividad que pose muchos elementos de riesgo. Y en muchos casos, buscamos como protegernos de estos riesgos: Usamos guantes para no cortarnos las manos; ropa de protección, para no quemarnos; máscaras de soldar con el vidrio apropiado, para proteger la vista; tapones auditivos para proteger los oídos; mascarillas con filtros N95 para proteger los pulmones del humo de soldadura; cortinas especiales, para proteger a los demás colaboradores de los destellos de la soldadura. Y así, buscamos mitigar el riesgo, ya sea eléctrico, térmico (quemaduras), cortes, UV/IR. Pero, ¿y el fuego? ¿Qué hacemos para mitigar este riesgo?
Muchos ni lo consideran como un riesgo. Al final, trabajamos con metal. El metal no es combustible. Sí, se pone caliente, pero por el solo uso de la soldadura, nunca llegaremos a crear las temperaturas para derretirlo. Esto puede ser cierto, pero con la acción de la soldadura, estamos fundiendo metal, creando temperaturas en exceso de 6,000 C. Y en el acto de la soldadura, las chispas generadas por la soldadura, son pequeñas gotas de metal fundido, que pueden llegar a temperaturas de hasta 900 C. Esta es una temperatura lo suficientemente alta para iniciar un fuego bajo las condiciones apropiadas.
Esto no solo pasan en talleres pequeños, sino que también, ha ocurrido en la gran industria de nuestro país. En Abril del 2021, una chispa de soldadura causó un incendio en la fábrica de FANAL, en Diciembre del 2021, en una bodega de la finca de Piña Frut en Pococí de Limón, y en el 2015, lo mismo ocurrió en las Instalaciones de Euromobilia. Hasta instituciones del gobierno pueden ser víctimas de esto, como ocurrió en la bodega de la CNE en Enero del 2009.
Todos estos siniestros, y muchos más causados por las chispas de la soldadura, se pudieron haber prevenido siguiendo pasos sencillos. En primer lugar, siempre se tienen que realizar trabajos de soldadura manteniendo un extintor cerca del trabajo. Esto permite al soldador, asistente, o persona cercana poder tomar acción rápida y eficaz para suprimir el conato de fuego antes de que se propague. En segundo lugar, se debe asegurar de no estar haciendo trabajos cerca de material inflamable. De ser posible, retirar el material antes de realizar los trabajos. En tercer lugar, se debe de cubrir las áreas aledañas a donde se realizan los trabajos con mantas especiales resistentes al fuego, tal y como son las mantas de Fibra de Vidrio, Silica, o Fibra de Carbón, como en el Velvet Shield® de Steiner, la cual resiste hasta casi los 1,000 C (982 C o 1,800 F). El uso de estas mantas, que son reutilizables y duraderas, ayudan no solo a prevenir conatos de fuego ocasionados por chispas de soldadura, sino que también protegen las superficies de las esferas de metal fundido que son las mismas chispas que pueden generar un incendio.
Trabajemos de manera segura, no solo con el uso del equipo apropiado para cada trabajo, sino con el uso de mantas como el Velvet Shield para proteger el área de trabajo cuando tenemos que hacer soldaduras de mantenimiento, evitando daños en materiales o accidentes más graves.
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